A Heredia no le gusta su primer nombre, posiblemente originado por el temprano abandono de su progenitor a una edad en que solo recuerda el hospicio donde se crió y educó, en el Sur de Chile, y es así que todos lo nombran por su apellido. Sus amigos tratan de no hablar de él, incluso no describen su rostro y su físico, excepto uno que dijo que se parecía a Paul Max, conforme al cuadro pintado por Magritte que se reproduce aquí (en la actualidad mide un metro ochenta). Nació en 1954, y alrededor de 1974 ingresa a la universidad, en Santiago, a estudiar Derecho, carrera que abandona al año y medio. Decide dedicarse a la investigación privada, pues en esos años comprende que la justicia se movía por otra parte “amparada por la complicidad del dinero y el silencio”. Se sospecha que ayudó a muchos opositores al régimen de Pinochet a escapar de una muerte cierta, a punta de balazos, de la siniestra policía secreta.

Actualmente vive en la calle Aillavillú casi al llegar a Banderas, en Santiago. Es profundamente dipsómano, y a veces cae en crisis de franco alcoholismo. Cliente exagerado de los bares de Santiago, donde por lo general inicia sus pesquisas, su bar preferido es el City Bar, cerca de la Plaza de Armas de Santiago. Algunas veces le han visto bebiendo hasta la madrugada con mendigos que han sido campeones de boxeo en épocas pasadas. Cuando no tiene casos para resolver acepta trabajos de cobranza o transforma su auto en taxi.

Es extremadamente culto, y a veces no tiene dinero para pagar la cuenta de la luz pero siempre tiene dinero para comprar un libro en las viejas librerías de libros usados, que acostumbra a leer mientras espera a quien vigila.

A veces se pone manifiestamente autodestructivo. Fumador empedernido, oculta su sentimentalismo con frases duras imitando a los personajes de Hemingway. Es posible encontrarlo en su departamento – oficina alrededor de las 11 de la mañana aún borracho. Todos sus casos son violentos y él tiene que actuar en consecuencia. Es un especie de lobo estepario con una pistola en la sobaquera.