Llegaron los italianos!!!

Eliseo Martínez

"Cuando alguién, sea el público, el Estado o la Iglesia, dice:

basta de pobreza, basta de películas que reflejan la pobreza,

comete un delito moral. Es que se niega a comprender, a enterarse.

Y al no querer enterarse, conscientemente o no, se sustrae a la realidad."

Cesare Zavattini

Se dice que para hablar italiano hay que saber gesticular las manos, hablar con la expresión, abrir desmesuradamente los ojos, y ser profundamente sincero, sincero hasta el dolor. Pues bien, hablar en italiano en un velorio es como hacer cine neorrealista italiano en la industria cinematográfica mundial. Si alguien ha ayudado con mayor fuerza a elevar el cine a la categoría de arte, ese alguien -sin duda- es el neorrealismo italiano.

Este neorrealismo italiano asociado por mimetismo al cine de la postguerra antifascista combativo, no nació a partir de los minutos posteriores del ajusticiamiento de Benito Mussolini, en Dongo, por los partisanos. Ya los jóvenes, como siempre ocurre en todas las dictaduras de todas las latitudes, hacían oír sus voces para luchar contra los designios oficialistas de la época del fascio. Lucchino Visconti, a los 34 años siendo duque de Madrona, en 1942 presenta la película Ossesione, que se connsidera la película de la prehistoria del movimiento neorrealista italiano. Esta película está basada en la novela negra de James Cain, con varios "remake" a su haber en el cine, El cartero llamó dos veces. Ya la película Ossesione muestra los elementos prohibidos, en esa Italia y en esa época (y aún en algunos paises en épocas actuales), como son la gente vulgar y escenarios naturales. En particular, en esta película, aparece la estación de gasolina junto a una carretera, las calles del pueblo, un vagón de tercera clase, la habitación de una prostituta... Horror! El divino Duce firmó su prohibición, que de todas maneras no pudo evitar su proyección clandestina (como jamás! podrán evitar en Chile que podamos ver, entre otras, La última tentación de Cristo, La vida de Brian, y un largo y desconocido etcétera para la gente común). La otra película fue Cuatro pasos por las nubes de Blasetti, y la tercera película que define la prehistoria del neorrealismo italiano fue I bambini ci guardano de Vittorio de Sica.

Se inicia el cine italiano definiéndose altamente antifascista, y mostrando la Italia tal cual, con sus gentes, sus calles y sus miserias y grandezas, con actores que eran desconocidos o gente de la calle, con verduleros, dueñas de casa. El acta oficial del neorrealismo fue con Roma, città aperta de Rosseline, un filme que es un grito desgarrador a las víctimas del fascismo nazi. La ideología del neorrealismo se fundamenta en tres pilares: el aristócrata Visconti, que representaría el ala marxista del movimiento; el ala idealista cristiana de Rosselini ; y De Sica-Zavattini. En todas sus diferencias solo detectadas por los estudiosos ponen como centro, sin duda, al hombre.

El nacimiento y la posterior consolidación del neorrealismo italiano entregó un norte a los países cinematográficamente pobres, como Japón, México, España, Grecia, etcétera. Es un cine que se hace sin actores, sin grandes presupuestos, sin falsos interiores, pero con mucha inteligencia... es decir el arte es lo primordial. Se puede comparar la llegada de este cine italiano a la llegada de Picasso a la pintura. Después de Picasso ya no se pudo pintar como se pintaba antes, después de los neorrealistas italianos no se puede hacer el cine como se hacia antes...

Entendiendo el peligro del neorrealismo Italiano para la Industria de Hollywood, esta contrataca para aniquilarla mediante el Plan Marshall para Europa, es decir que se defina una política de cine italiano "oficial" (y oficial era no-neorrealista) a cambio de la subvención a la industria cinematográfica italiana... Pero ya era demasiado tarde... llegaron los italianos, llegaron los Ponti- Laurentis, Gassman, Marcello Mastroinanni, Alberto Sordi, y un largo etcétera post-neorrealista. También llegó la Magnani, la Gina, llego la Sofía... y es entonces que (fuera de broma) debemos gesticular con las manos, indicando sus tamaños, para hablar de ellas y para hablar de la alegría de vivir del cine italiano resurgido desde las entrañas misma del fascismo.